Fic finalista del 1r Concurso de Fics Dioses Koreanos
Para LadySKY
Iba andando la dicharachera y
sonriente melillense por Tokio con sus compañeras de viaje mirando
las tiendas cuando le preguntaron cómo ir a un barrio rural, por
llevar ella un mapa.
Craso error cometieron sus compañeras al fiarse de su sentido de la orientación, pues ni mapa ni brújula valían con ella.
Craso error cometieron sus compañeras al fiarse de su sentido de la orientación, pues ni mapa ni brújula valían con ella.
La joven rubia se concentró mucho en el mapa y cuando
vio por dónde ir alzó la vista para darse cuenta de que estaba andando
sola. Sola si no contamos un matorral que iba dando vueltas por esa
calle, único testigo del suceso.
Lejos de preocuparse siguió andando
diciéndose a sí misma que todos los caminos llevan a Roma y el de ella no
iba a ser menos.
Lady se distrajo mirando unas tiendas
artesanas de la zona, cuando de golpe oyó un grito con tono de
preocupación dirigiéndose a su persona. Era su alma gemela.
-¿Dónde te habías metido? –
dijo su inseparable Mara.
-En ningún sitio. Habéis sido
vosotras quienes os habéis ido sin avisar.
-Anda, sígueme que te están
buscando por todas partes y ahora las aviso para reunirnos todas de
nuevo.
-Vale, vamos a seguir con la
excursión- dijo Lady sin perder su sonrisa.
Iban andando las dos amigas cuando
Lady, que no separaba su vista del mapa, vio de refilón una agradable
tienda de comida casera.
-Mara, paremos un momento que
compraré una cosa.
-¿Mara?
-Ya me ha dejado tirada de nuevo…
Esta vez Lady sí se puso algo más
nerviosa y corrió en dirección a donde creía que iba su amiga,
pero de golpe le salió al paso un camión conducido por una mujer de
aspecto occidental haciendo que la sonriente chica perdiera el
equilibrio. Iba a caer sobre una parada de un vendedor cuando de
repente siente un calor en su muñeca. Alguien tira de ella en
dirección opuesta a donde iba a caer para terminar en los brazos de
un hombre.
Ella aún con el susto del camión
tenía los ojos entreabiertos sin poder ver bien a su salvador.
El chico le hablaba en un idioma
familiar aunque no del todo conocido para ella. A pesar de ello
sentía preocupación en esas palabras.
Lady fue abriendo los ojos poco a
poco y lo que para cualquiera fue un segundo para ella fue muy lento,
tratando de asimilar y encajar las piezas de lo que veía.
Lo primero que vio fue la silueta de
un torso musculoso y delgado, pero su sorpresa fue al subir más la
mirada y encontrarse con la cara de ese moreno con ojos rasgados al
que ella tanto admiraba.
No lo podía creer. Era “su”
Junki!
Ella se sonrojó y puso una mirada
lasciva a la cual el pobre chico sólo pudo estremecerse en primera
instancia.
A continuación Lady le habló como
pudo con su coreano practicado en España gracias a su labor como
traductora de doramas.
-Tú… tú… tú eres Lee Jun Ki? –
dijo Lady con los ojos fuera de órbita.
-Sí, ese soy yo, me conoces? –
dijo el aún intimidado coreano.
-Soy tu fan. Me encantas.
-Gracias, tú también eres
atractiva. – dijo el asiático centrando su mirada en una zona
intermedia de Lady.
-¿Quieres que vayamos a tomar algo?
Por una fan lo que sea. - dijo el joven actor sin apartar la mirada
de su objetivo.
Ambos se fueron a una cafetería
cercana donde se sentaron a beber mientras Lee Jun Ki miraba a Lady de
arriba abajo y ésta le devolvía un severo repaso devorándolo con
la mirada.
Ambos terminaron su respectiva
consumición y Lady apenada veía que se terminaba su sueño. No
quería despedirse, pero debía.
Junki pagó la cuenta y se acercó a
Lady.
-He visto que tienes más virtudes
de las que vi a primera vista. Me he sentido muy bien hoy y desde
hace mucho tiempo no había sentido tanta compañía.- dijo él
mientras deslizaba una nota en el bolsillo de Lady. -Pero no he
tenido suficiente.
Lee Jun Ki se dirigió a la puerta,
guiñó un ojo a Lady y desapareció. Lady sacó la nota y vio lo que
parecía ser una dirección y un número de habitación.
-Hoy que no me
esperen las chicas, voy a volver tarde. -dijo Lady con una
lujuriosa mirada al vacío.
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