martes, 8 de julio de 2014

El camarero

        Fic finalista del 1r Concurso de Fics Dioses Koreanos


Para Taesang2
Como cada noche a la misma hora, la Gata* ya estaba en su bar preferido con las amigas tomándose unas copas. 

Era algo que disfrutaba y le hacía desconectar después de las horas tan horribles que pasaba en el curro. Eso, y para qué negarlo, recrearse la vista con el camarero asiático que hacía un mes había empezado a trabajar allí. Tenía el pelo largo y vestía de una manera que parecía sacado del mismísimo Rock of ages. Le volvía loca y había logrado hablar con él un par de veces, pero era incapaz de sostenerle la mirada. Sobre todo cuando sus ojos, nada inocentes, se posaban más abajo de su cintura…
-Gata, tía, parece que estás en las nubes!!! ¿Qué miras con tanta atención? ¿Algo interesante por detrás de la barra?- le preguntó Mari con picardía.
-Mierda, me has pillado, ¿Tan obvio es lo del asiático?- dijo la Gata un poco avergonzada.
-Hombre, cada vez que venimos lo primero que haces es mirar si está, si eso no es obvio… Lo que tienes que hacer es dejarte de tonterías. Ve a hablar con él, os dais los números, quedáis y al día siguiente, por ejemplo, ya te lo tiras. Por eso de que no te gusta hacerlo en la primera cita. La Gata se la quedó mirando estupefacta, pero enseguida se echó a reír. Su amiga como siempre era tan directa…
***
Salió con Mari para que se fumara un cigarro y ella se quedó en la puerta del bar, con algo de nerviosismo y mirando hacia todas partes en busca de su presa. Cuando su amiga, tan maja ella, le dio un empujón por detrás y terminó tirando la bandeja de un camarero que pasaba en ese momento.
-Ya me lo agradecerás- dijo Mari para sus adentros.
De lo que no se percató la Gata, es de que el camarero al que le había derramado las copas era el asiático, y quiso en ese momento que la tierra le tragase. Por suerte el chico no se enfadó, es más, empezó a reírse a carcajadas contagiándola a ella también. Dios, pero que sonrisa más bonita tiene….
Onew, que así se llamaba, la invitó a algo después del incidente. Estuvieron charlando casi toda la noche hasta la hora de cerrar, no sin antes darse los números de teléfono para quedar algún día.
Cuando llegó a casa, tenía un mensaje suyo. Lo he pasado muy bien contigo, y me gustaría pasarlo mejor aún. Te espero el miércoles en mi casa, a las 22:00. No llegues tarde o te quedas sin postre, tú ya me entiendes…. ¿cómo iba ahora a conciliar el sueño después de semejante proposición?
***
Se preparó lo más rápido que pudo y llegó a su casa puntual, no quería perder ni un minuto más en vista de lo que fuera a pasar. Tocó el timbre y ahí estaba él, tremendamente guapo. Llevaba una camiseta negra de calavera y unos pantalones negros ceñidísimos que dejaban entre ver la inmensidad de su paquete.
-En serio, ¿cómo puede ser tan grande? -se quedó pensando y notó que les estaban entrando los calores…. Mierda, Gata, céntrate y mírale a la cara.
-Hola, llegas justo a tiempo- le dijo con una amplia sonrisa.
Le cogió de la mano y la llevo directamente a la habitación.
-Eh…. ¿no vamos a cenar?
-Eso lo podemos dejar para después del postre, ¿recuerdas?
***
Apagó la luz y sólo dejo encendida la de la mesilla. Iba poco a poco acercándose a ella. la Gata no sabía hacia dónde mirar. Todo estaba en silencio y lo único que se escuchaba era su respiración acelerada. Cuando llegó, se puso enfrente y le agarró de la barbilla subiendo su cara ligeramente haciendo que sus miradas se encontraran. Eran intensas y reflejaban perfectamente el deseo tanto de él como de ella. Le cogió de la nuca suavemente y le empezó a besar con ímpetu. Sus labios se apoderaron de los suyos en un instante y cada vez iban siendo más apasionados. Después, la cogió entre sus brazos y la tumbó en la cama, ejecutando así un baile de placer que duraría toda la noche.


Al día siguiente, se despertó con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de que Onew ya no estaba. Seguramente le tocaría inventario, pensó. Se vistió y fue directa a la cocina donde encontró una nota junto a un suculento desayuno. Recuerda que mañana también hay postre. Te quiero. Onew.
Soraessence
* Nota de la editora: el nombre del personaje ha sido sustituido por un nombre "random".


       

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