Querido Minho

Querido Minho:

Sí, querido, has leído bien. Esa palabra no habría salido de mi boca hace escasamente quince días. Y, siendo sincera, tu nombre tampoco. Habrías sido “el que sobra”, “¿ese quién es?”, “¿lo conozco?”, o, entrando ya a hacer sangre, “¿seguro que los Brillosos son cinco?”.

Mianhe. Rectificar es de sabios, se dice, y yo me he equivocado contigo. Mucho, mucho. Me dejé influir por la imagen de sobrao que dabas en los programas de variedades, por las ganas de salir en cámara que ponías en todas las fotos, por la cara de chulopiscinas que te salía algunos photoshoots…

Y el remate fue ver el “Hello Baby!”. Lo siento, cariño, pero quedaste fatal, al menos a mis ojos. Es posible que estuvieses aún tierno, y no te dieses cuenta de lo cansino que eras con el niño. Tu afán de competición se salió de madre, y luchaste por su atención más de lo necesario. Palote se lo metió en el bolsillo con unas cuantas trampas y con su capacidad para saber lo que necesitaba en cada momento. Incluso mi croqueta, que le dio espacio para conocerlo mejor, consiguió que se acordara de su nombre incluso después de terminar el programa. Y debo reconocer que me reí mucho cuando te llamó “esa cosa”, jajajaja…

Pero volviendo a lo importante, eso ha cambiado. Y ha sido gracias a la suerte, a la que una vez llamé “zorra sin compasión”, que tanto se me ha aparecido en el viaje a Corea, y que me ha dado un bofetón cariñoso para que abriera los ojos respecto a ti.

Resulta que nos enteramos que vais a hacer un fansigning, en el que firmaríais a ciento veinte personas, elegidas en un sorteo entre las que compraran vuestro repackage dentro de ciertas fechas, en una determinada tienda de un centro comercial. Yo tenía pensado comprarlo, y lo había tenido en la mano el día anterior, pero como pesa como un muerto, decidí esperar a poco antes de irme para hacerlo. Vista la noticia, fuimos raudas a comprarlo allí, y Aju y yo metimos nuestros tickets en la urna, sin mucha esperanza de que fuésemos las afortunadas.

Esto fue un lunes. Sin esperar nada, el miércoles entré en la página donde se suponía que estaban los ganadores, y casi me caigo de la cama cuando vi mi nombre. No me lo podía creer, y de hecho, aún no me lo creo. Había dado por perdida toda esperanza de veros durante mi estancia en vuestro país, y me caía esta oportunidad del cielo.

Total, que allí estaba yo de pie, delante de vosotros cinco, preparada para lo que toda fan desea con toda su alma, que es ver bien de cerca a sus ídolos, y tras firmarme tres de vosotros, llegué a ti. Te sonreí y puse la foto que quería que me firmases delante, y cuando terminaste y ya me iba, levantaste la mirada y, tras dedicarme una sonrisa encantadora, dijiste: “Thank you. I’ll see you soon”.

Mi cara de gilipollas debió de ser épica. Sólo me salió un “gamsahabnida” atónito y una sonrisa sorprendida. No me lo esperaba en absoluto de ti, y, aparte de un inmenso placer por el detalle, empezó a surgir en mí un arrepentimiento espantoso por lo mal que te había tratado. Recordé todas las veces que te había ignorado, que me había reído de ti, que había dicho “puaj” a tu mera mención, y del penoso fic en el que te dejamos hecho un trapo. Y de ahí ha surgido esta carta.

Lo siento. Sorry. Joesonghabnida. Nada te obligaba a esas palabras, porque, aunque era tu trabajo, tú ya habías hecho tu parte, como tus tres compañeros anteriores, los cuales, aunque amables, no hicieron más que lo mínimo. Por supuesto, no se lo tengo en cuenta, me pongo en su lugar y no sé si hubiese podido hacer incluso ese mínimo. Tú fuiste el poquito más allá necesario para que yo te tenga ahora en un lugar especial en mi kokoro.

No he cambiado de bias, sigue siendo el mismo. Tampoco has llegado al nivel de Palote, que se salió, el jodío, ni al del cabroncete, que me sigue haciendo gracia y dando ganas de empotrarle según el día (aunque en el evento me dio mucha pena, el pobre), pero has llegado al cariño que le tenía a Dino, e incluso diría que le superas un poquito. Ahora eres “el que ya no sobra”. Porque te lo has currado, claro que sí.

Salao. Y que no me entere yo que alguien se mete contigo, que le parto las piernas.

Tu más reciente admiradora,

Taemina Sangrante 2