Koreatrip: llegada a Korea y a Jeju-do

Pues sí, finalmente llegó el día tan esperado. ¡Nos vamos a Korea! Y sí, el inicio de la expedición fue tan caótico como los preparativos (o no-preparativos, según se mire). 

• Primero Ajuma1 tuvo que deshacerse de unos cuantos quilos de equipaje en el aeropuerto.
• Segundo, Ajuma1 comprobó lo efectivos que son los chicles para el mareo. Masticando se le salió la funda de un incisivo superior. Desde luego, marearse no se mareó. Y menos mal que pudimos ir a un dentista de urgencias durante la espera Barcelona, porque imaginaos a una rubia metroochenta sonriendo por Korea faltándole un diente (¡cuñaaoooo!).
• Tercero, como no, nos enviaron a la terminal que no era.
• Y por último, en el avión tuvimos el gusto de sentarnos con una españolita petarda que nos dio pol*ulo todo el viaje..., etc. 

Total, que finalmente llegamos a Incheon, con la maleta, los trámites burocráticos hechos y con wons en el bolsillo, pisamos suelo coreano por primera vez. ¡PRIMER OBJETIVO CUMPLIDO! Hemos conseguido salir del aeropuerto nosotras solitas, sin ayuda y a la primera.

Y no solo eso, si no que localizamos el metro y ¿OTOKÉ? Son los 2PM en las puertas de entrada al metro? ¿Y el Lechuga? ¿Y el Anguila? ¿Que todos estos nos dan la bienvenida? 

¡Me pido pasar por la Abuela!

Y claro, ante tanta belleza, nos quedamos paralizadas y no atinamos a ver dónde se compran los tiquets. Pero un ajusshi metrero con una banda rosa como si fuera la reina de la belleza se dirige a nosotras, y nos dice que para ir a Geoman station (que desde luego no se pronuncia como se escribe) no hace falta coger el expres, sino el normal. Y como no sabe explicarnos cómo sacar los tiquets, nos los saca él de la maquinita.... y nos da el recibo y se deja los tiquets, así que volvemos a comprarlos de nuevo.

Pues se supone que en Geoman vendrá a recogernos un ajusshi que nos llevará a la guesthouse, porque es un pelín complicado ir. Así que la A1, que a partir de ese momento será la encargada de iniciar conversaciones en inglés, lo llama. Y diez minutos después se presenta un pedazo metroochenta buenorro a buscarnos. Uri Jin, que así se llama, nos explica que se le ha averiado el coche, que vamos en taxi. Y es ahí donde empieza nuestra relación amor-odio con la maleta de A1, que no cabe en ningún maletero. En fin, llegamos y oooooooooooooohhhh desilusión. Lo que encontramos no era lo que contratamos.

Así que iniciamos nuestra tercera noche sin poder dormir, a más de cuarenta grados (con las ventanas cerradas y sin aire acondicionado por el temor de A3 a los mosquitos y la A1 en la terraza toda la noche). Lo positivo, por el ventanal sin cortinas veíamos y escuchábamos la reunión y posterior pelea entre unos ajushis borrachos en el barecito de la esquina. Como todo dorama que se precie, hubo insultos, una mujer por medio, empujones, reconciliaciones, meadas contra la pared, soju y cerveza, cigarrillos, saragnes y abrazos, aigooooooosss, ainnnnssssss, etc. de todas las tonalidades, etc. Vimos el amanecer, el camión de la basura, los oficinistas de camino al trabajo, y entonces decidimos salir a la calle y...............  PEDAZO JETLAG. La Ajuma1 toda grogui en la tienda de ramen a punto de vomitar blancamuerte... en fin, cambio de planes. Le pedimos a uri Jin en calzoncillos que nos pida un taxi y nos lleve a Gimpo, ya que por la noche nos íbamos a Jeju. 

Las horas de espera en Gimpo fueron muy entretenidas: había tele con el canal de las olimpiadas, hubo una intervención de los militares por una maleta sospechosa de bomba, unos militares jovencicos paseando parriba pabajo, etc. Lo que no vimos fue carteles de Big Bang promocionando Jeju Air, aunque sí estaban en la revista que te dan dentro del avión. 

Mi favorita. Creo que era de uva o algo así.

Los amos de los refrescos!!!! TOP siempre estaba agotado.

Y esto es lo que podéis ver en salidas del aeropuerto de Gimpo:

Finlemente llegamos a nuestro hotel en Jeju, y dormimos 14 horas seguidas. ¡Nunca hubiéramos adivinado lo que nos iba a pasar en 24 horas!

PD. Si alguien necesita datos concretos y serios de nuestro viaje, que nos escriba un correo o deje un comentario.